jueves, 8 de octubre de 2009

El Final es el Comienzo

No pretendo en lo más mínimo innovar. Quiero decir, no me voy a romper el coco tratando de crear un nuevo concepto de blog.Eso ya está pasado de moda, hace como un año por ahí.
Este es, nada más y nada menos, el producto de una o varias neurosis puestas juntas. Y una necesidad (si, necesidad, lo estoy comentando en terapia) de que haya alguno que este más al pedo que yo como para sentarse a leerlas.
La crítica social es algo que nunca pasa de moda. Por lo menos acá en Argentina, nos encanta hablar al pedo, decir cosas absurdas ( hoy llamadas "cool") y celebrarnos entre nosotros por eso, nuestra infinita genialidad a la hora de decir pavadas.
También es cierto que muchas de estas cosas de las que nos quejamos y que luego volcamos a la humorada son cuestiones de la vida cotidiana de cada uno. Son cuestiones que exceden nuestro que hacer diario pero aún así las pensamos cuestionándonos el porqué de cualquier boludez, Ejemplo: "-qué tendrá en la cabeza la pelotuda del noveno que siempre deja la puerta del ascensor abierta? -y bueh, es profesora de secundario, si yo tuviera que levantarme todos los días a las seis de la mañana, comerme un viaje en subte donde a esa hora experimentás toda clase de humores corporales, desde el que le cayó mal yogur y se viene ventilando unos cohetes que te despeinan, hasta el degenerado que tiene olor a cafe con leche en la boca por que se lavo los dientes ANTES DE DESAYUNAR. Arrastrarte hasta un establecimiento educativo estatal en pleno estado de descomposición y encima tratar de meterles algo en la cabeza a una manga de retardados que solo piensan en cojer y ponerse en pedo.- y si, calculo que yo también dejaría abierta la puerta del ascensor, igual, qué paja"

Ven? todo eso pienso mientras subo las escaleras hasta mi departamento. Llego, me siento, marco el número de mi amiga, la llamo y me quejo con ella:
- De la tortura a la que me vi obligado a soportar durante tres pisos.
- Cuán desubicada y poco altruista es la gente.

Y estas autoconversaciones no surgen ( creo yo) de otra cosa que no sea escapar un poco a la rutina y hacernos los locos, aunque solo nos resulte divertido a nosotros, por que somos re bichos cuando queremos ;)

Por eso se imaginan que con tantas pavadas juntas el famoso "podría escribir un libro" realmente cobra un sentido especial en al argentino común, en el cual "hay una verdadera manía por ser escritor; pintor y escultor también... ARTISTA de cierta forma"
Y pensamos y hablamos tanto y tantas cosas dstintas y tanta huevada junta, que cualquiera que nos escucha dice - bueh, que al pedo que está este pibe.- en un tono completamente superado y con cara de indignado y de "yo no hago eso", pero todos sabemos que después esa misma persona mientras se aleja de nosotros va pensando - que le pasará a este pibe por la cabeza para hablar tanto al pedo?- y bueh, debe ser un pobre..." y con la alegría de creernos superiores por haber encontrado un pelo en el ojo ajeno comienza el círculo una vez más, y terminamos todos siendo lo mismo.

LOS HIJOS DE LA PAVOTA.


besitos.